Dicen que una buena ama de casa tiene cuchillos afilados en su casa. Hace años que existe esta regla, pero todo el mundo la recuerda y la menciona siempre que tiene ocasión. Con un cuchillo afilado en la cocina el trabajo se agiliza: cómodo, productivo, rápido. Paradoja, una herramienta roma «aserrada» es muchas veces más peligrosa que una afilada: puede romperse y golpear alguna parte del cuerpo.
Dicen que afilar cuchillos es un verdadero arte. No todo el mundo es capaz de ello. Pero, ¿alguna vez te ha detenido tal cosa? Aprender la técnica no es tan difícil como puede parecer. Tómate unos minutos, prueba nuestros consejos en tus propios cuchillos, ¡y podrás enseñar a los demás!
El método tradicional
- Utilizar una piedra de afilar
Pasarás más tiempo del previsto sólo por encontrar una piedra. Aunque esta dificultad ni siquiera se planteaba hace 20 años, hoy en día es algo frecuente. Cuando compres una, fíjate siempre en su grado de tosquedad. Cuanto más dura sea la piedra, más agresivo será el afilado. En el día a día, merece la pena utilizar una piedra de grano medio.
- Añade un poco de aceite
Sorprendentemente, el afilado será mucho más eficaz si utilizas un poco de aceite. Añade un poco de aceite de oliva a tu piedra de afilar. Y si es posible, compra aceite mineral especial.
- Un rango de 10° a 30°
Este es exactamente el ángulo que debes adoptar al afilar un cuchillo. Si el ángulo es mayor, pronto tendrás que volver a afilar tus cuchillos. Como principiante, puede que te cueste un poco ajustarte al rango indicado. Por eso te aconsejamos que te tomes tu tiempo: el deslizamiento del cuchillo sobre la piedra debe ser preciso, no rápido.
- Determina el ángulo del filo
Esto es muy importante si tus cuchillos vienen afilados de fábrica. Pienses lo que pienses, en este caso también es necesario mantener el afilado con regularidad. Si determinas correctamente el ángulo del filo, no habrá ningún problema. Sólo tienes que atenerte a él. Afilar un cuchillo de este tipo te llevará mucho tiempo. Pero, cuanto más cuidadosamente actúes, menos daño causarás a la hoja.
- Movimientos de arco
Observa el movimiento de tu mano. Tiene que tener forma de arco para que el resultado merezca la pena. Si tienes problemas con esto, mantén la inclinación colocando una moneda bajo el lomo de la hoja.
Afiladores mecánicos o eléctricos
Los primeros se utilizan tanto para cuchillos como para tijeras. Son asequibles y fáciles de usar, pero la calidad del trabajo dista mucho de ser la mejor. Aunque emplearás muy poco tiempo en afilar tu cuchillo, éste se desafilará aún más rápido.
Los segundos son una solución más moderna. Estos dispositivos afilan y muelen. Son igual de eficaces cuando se trata de cuchillas onduladas y rectas, destornilladores y tijeras. Y la hoja se mantiene afilada durante mucho tiempo.
Comprueba si has afilado bien tu cuchillo. Coge tu verdura favorita, que suele desafiar a un cuchillo desafilado, y prueba cortarla o pelarla. O haz lo que hacen los profesionales: pasa la yema del pulgar por la hoja. ¿El filo está claramente definido? Entonces, ¡lo has conseguido!