Un cierto porcentaje de los accidentes de tráfico se producen por desconocimiento e incumplimiento de las normas de circulación. Por ello, nuestra redacción, como siempre, recuerda la importancia de repetir las normas de tráfico. Te invitamos a echar un vistazo a la imagen de abajo y decirnos qué trayectoria de giro del coche no infringe las normas. ¿Puedes pasar la prueba?
Circulación marcha atrás
Quizá no sea ningún secreto que en las grandes ciudades y megaciudades el fenómeno de los atascos desaparece sólo por la noche. Por eso se inventó el tráfico inverso, para reducir al máximo la congestión del tráfico en las horas punta. La prueba de hoy muestra precisamente una carretera así.
Como probablemente sepas por las normas de tráfico, el tráfico reversible se distingue por el hecho de que en determinados carriles de la carretera se puede invertir el sentido de la circulación. Así, por ejemplo, por la mañana, el carril vecino puede ser de un sentido, y por la tarde – de sentido contrario. De este modo, se nivela la congestión mencionada y se produce una descarga deliberada de ciertas direcciones.
© DepositphotosPor cierto, el comienzo y el final de un tramo de carretera de este tipo se indica mediante las señales informativas e indicativas – «Carretera con tráfico reversible» y «Final de la carretera con tráfico reversible», respectivamente. No estará de más recordar que también existe una señal que nos informa sobre la salida a dicha carretera desde el lado de la carretera secundaria. Hablamos, por supuesto, de la señal «Salida a la carretera con tráfico reversible».
Tráfico reversible
Y ahora echemos otro vistazo a nuestra imagen de hoy e intentemos responder qué trayectoria deberá seguir el conductor para no acabar con una multa o incluso con un accidente. Así, tenemos tres carriles. Los carriles más a la derecha y más a la izquierda no cambian de dirección. En consecuencia, no tiene sentido pensar en cómo moverse específicamente en ellos.
El carril central, por el contrario, es reversible. Podemos estar seguros de ello observando el semáforo que hay sobre él. Una de sus secciones, cuando está encendida, indica que tenemos derecho a entrar en este carril. La otra, como ya puedes adivinar, nos prohíbe hacer tal maniobra. Y, curiosamente, para el protagonista de nuestra prueba no hay ninguna señal de semáforo permisivo en este momento, lo cual es increíblemente importante.
Resulta que está terminantemente prohibido circular por el carril con tráfico marcha atrás. Además, no hay posibilidad de cruzarlo. Al fin y al cabo, equivale a lo mismo que si el coche hubiera cruzado una doble línea continua. Lo que significa que en esta situación no es posible ninguna trayectoria de giro.