Si de pollo frito se trata, en seguida imaginamos una apetitosa cáscara dorada. No obstante, no a todos les gusta la piel del pollo, incluso frita, y ni hablar del pollo guisado o hervido… Muchas personas simplemente la retiran, y consumen solo la carne del pollo. Hoy «Simplemente Genial» desea contarte, por qué esta no es una buena idea.
Los nutricionistas recomiendan no rechazar la piel de pollo. ¡Y he aquí la razón!
La piel de pollo para la salud
- Útil para el corazón
Como regla general, procuramos evitar las grasas trans en los alimentos procesados. Estas grasas pueden acumularse en nuestro organismo y tener un impacto negativo sobre la presión arterial, pero esto no tiene nada que ver con la grasa en la piel de pollo.No la rechaces totalmente, solo porque contiene altas concentraciones de grasa. Las grasas mono-insaturadas en cantidades razonables son esenciales para la salud. Por ejemplo, los ácidos grasos omega 3 se obtienen del pescado o el aguacate. Sin embargo, la piel del pollo contiene omega 6, un componente indispensable para las membranas celulares, por lo que una ingesta moderada de este producto no te hará daño. El equilibrio de estos ácidos contribuye a la salud del corazón.
- Más proteína
La piel de pollo no sólo contiene grasas. Es bastante rica en proteínas, por lo que bien vale no excluirla del todo de tu menú. Aún si cuentas constantemente las calorías o sigues una dieta estricta, la piel del pollo no marcará la diferencia.Retirándole la piel a un trozo de pollo, estás tirando a la basura grasas y proteínas necesarias para un metabolismo saludable. Si intentas elegir entre un buen metabolismo y una menor ingesta de calorías, ten en cuenta que para tu cuerpo lo más importante es el equilibrio. ¡Así tendrá más energía para procesar las calorías de más!
- Un condimento natural
Aunque suene un poco raro, primero sazona el pollo, y después deshazte de la piel. De por sí, la piel del pollo, mientras se cocina, le dará al plato un sabor muy especial, aún sin especias. Incluso si la receta requiere especias, puedes no preocuparte por si el plato pueda salir demasiado picante o salado — la piel lo protegerá.
Si se trata solo de tu hábito de la niñez, o algún prejuicio inculcado por fuentes poco fiables, tal vez valdría la pena revisarlo, ¿no crees? La exclusión de la piel del pollo de tu menú no es nada más que desperdiciar el producto. De la piel de pollo marinado se hacen barbacoas, en ella se envuelven los rollos de carne caseros, se puede freír con pan rallado… ¡Las opciones son miles!
Así que ya sabes… ¡No renuncies a ella del todo, un poco no te hará daño, más bien todo lo contrario! Comparte esta valiosa información con tus amigos, seguro te lo agradecerán…
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