El arroz blanco es un acompañante indispensable en la comida familiar, y hoy queremos compartir con ustedes algunos secretillos fundamentales, para conseguir que el arroz quede siempre blanco, sueltito y riquísimo. ¡Los invitamos a probarlo!
El arroz es un cereal muy versátil, y hoy día constituye el principal alimento de muchas culturas alrededor del mundo. Su facilidad de preparación y su sabor neutral, lo han convertido en plato principal en múltiples recetas, o como acompañante indispensable de muchos platillos de las carnes, las salsas y los granos.
Preparar un arroz blanco, en su punto y sueltito, tiene sus secretos. Pero… ¿cuál es el «secreto» del arroz perfecto? El arroz perfecto depende básicamente de dos factores: tiempo y temperatura. Un poquito de atención, y verán cómo, de ahora en adelante, podrán sorprender a la familia con un arroz tan rico y sueltito, que todos pedirán repetir.
El secreto del arroz perfecto
Ingredientes
- 1 taza de arroz blanco de grano largo, seleccionado
- 2 tazas de agua
- 1 cucharadita de sal
- 1 diente de ajo (opcional)
- 1/2 cebolla pequeña
- 1 ají dulce o 1/4 pimiento rojo (pimentón, chile dulce)
- 1 cucharada de aceite
Recuerden que esta forma de preparación se refiere solamente al arroz de grano largo. Otros tipos de grano corto y medio, utilizan diferentes técnicas y proporciones.
Preparacion
- La pregunta básica es ¿lavar o no el arroz? En lo personal, prefiero no hacerlo, solamente lo reviso cuidadosamente para retirar cascaritas o impurezas.
- A continuación, colocamos una cucharada de aceite en una olla de fondo grueso y calentamos un poco, sin que llegue a ahumar. Agregamos el arroz y lo revolvemos constantemente, procurando que todos los granos queden cubiertos con el aceite y que no se lleguen a tostar. Ahí radica, en gran parte, que el arroz luego quede muy blanco y suelto.
- Paso seguido, agregamos la cebolla, el ají dulce (chile dulce o pimiento) cortados en trozos gruesos. Sofreímos suavemente sin dejar de revolver.
- Seguidamente agregamos el agua y la sal. Llevamos a un hervor a fuego medio y revolvemos por una sola vez, para que el arroz no nos quede compacto y pegajoso.
- Apenas haya alcanzado el hervor, bajamos el fuego a medio-bajo y cocinamos el arroz semi-tapado, hasta que el agua se haya evaporado casi toda y aparezcan pequeños agujeros con burbujitas en la superficie – alrededor de unos 10 minutos.
- Retiramos la olla del calor y la tapamos herméticamente, dejándola reposar aparte, unos 10 minutos más. A mi modo de ver, allí radica el verdadero secreto del arroz «perfecto». El reposo permite que el arroz termine de cocinarse con el vapor restante, quedando suelto y esponjoso.
Hacer un arroz suelto y sabroso, en el punto justo de cocción, es fácil. Los animo a probar estos trucos, y verán que su próxima preparación va a ser también un «arroz perfecto»… ¡A poner los consejos en práctica!
Espero que prueben esta receta y comenten cuáles fueron los resultados. Compartan este útil artículo con sus amigos y familiares. ¡Aseguro que les encantará!